Cebreros viaja por los mundos del carnaval
El desfile de Cebreros, con la participación casi 1.000 personas con 16 carrozas y ocho comparsas, volvió a ser un éxito de público y de imaginación que se vio en cada coreografía, traje o carruaje
El Carnaval de Cebreros volvió a ser una invitación a pasear por distintos mundos, tantos como los que llegaban con el paso 960 participantes y sus ocho comparsas y 16 carrozas. Pero esto solo son números, lo importante es lo que hay detrás, los meses de trabajo, de pensar la propuesta, de dar puntadas, de pintar las carrozas... todo un trabajo que tiene su primera puesta de largo en el Desfile Local de Carrozas y Comparsas que se vivió este domingo en Cebreros y que se prolongó durante tres horas.
El público tras las vallas iba viendo pasar a los grupos, con su música y sus bailes y con mucha interactuación entre ellos. Bajo la atenta mirada del jurado (aunque los ganadores no se conocerán hasta la próxima semana) comenzó el desfile con el paso de las amas de casa con sus trajes tradicionales, y algún hombre, bailando. Y así comenzaba el desfile de carnaval, también con los sones de la Banda de Música, vestidos para la ocasión, y con algunos disfraces que se empezaban ver.
Y empezaron las comparsas con '¡Vaya dos!', con un trabajador con carretilla y material y recordando a 'Pepe con una gotera y Otilio con otra'. Los siguientes en desfilar fueron 'Fantasía del reino' y con ellos empezaron a verse las coreografías. Rojo y dorado fueron sus colores, con coronas ellos y con diademas ellas y con el aplauso del público para todos tras cada coreografía y sus canción correspondiente acompañando. 'El retorno de las brujas' se convirtió en una 'performance' con las tres conocidas brujas para dar paso a otros personajes, algunos más siniestros que otros. Risas de bruja y algún hechizo se lanzó desde el grupo.
Y con los siguientes llegó el 'Color del carnaval', más coreografías y el cuidado de cada detalle que se vio en sus trajes mientras el siguiente grupo invitaba a pasar por el aro mientras bailaban y sonreían y se llevaban la simpatía del público. Y como indicaba su coreografía, así iba su nombre, 'Pasamos por el aro'.
Y una llamada al verano llegó con 'Un rayo de sol, oh, oh, oh', uno de los grupos más numerosos donde se combinaban niños y adultos. Bailaron temas como 'La Gozadera' con sus trajes, sus adornos, sus tocados y mostrando diferentes colores o incluso algún esbozo de la ropa interior.
'El tarot del Canvalar-Canvalar 2023' fue uno de los grupos que mas se dirigió al público, a quienes leyeron el futuro mientras otros componentes, vestidos de cartas de tarot, bailaban con la música.
Hubo avituallamiento con 'PTV Cebrereña', que llevaban su propio periodista y una meta de quita y pon que cruzaban cada vez que les apetecía. Para eso iban con sus bicicletas.
Con ellos terminaron las comparsas para dar paso a las carrozas, que comenzaron con 'La Niña del exorcista', toda una recreación de la cama de la poseída, con las monjas y su cruz y los sacerdotes. Incluso el humo para ambientar. No faltaron carteles diciendo 'Ten miedo, mucho miedo, y 'Magnífico día para un exorcismo'.
'Cham, cham, cham, Cebreros y Vietnam' fue uno de esos cambios de mundo a los que invita el carnaval, en este caso con toda la imagen oriental y lanzando confeti. Tras ellos, más lentos, llegaban 'Miel de Robledillo', con su propio DJ y asegurando que eran los que más ruido hacían, algo que desde luego no se podía negar. Su propuesta, un panal de abejas.
'Un reloj de cuco' se llevaba después las miradas, con sus relojeros de todas las edades y de nuevo con confeti. Esto en cuanto al acompañamiento mientras que en la carroza se veía un cuco que se movía y salía por la ventana
'La revolución de San Patricio' fue la siguiente carroza con todo el verde que va con su nombre y la correspondiente chistera, olla y el famoso trébol. Después el mundo marino no 'Ultramarinos', con unas simpáticas sirenas o algún tridente que llegó al público entre bromas. La carroza, con sus redes.
Y del mar a la tierra y, en concreto a la piedra de 'El castillo del mohíno', con sus correspondientes personajes e incluso su bandera. Estaba formada por un grupo muy numeroso que tuvo que afrontar algún percance para pasar por las ramas de un árbol y un cable que les hizo perder la bandera. Esto sucedería después con alguna carroza más que tuvo que ingeniárselas para pasar, sin mayores contratiempos.
'Los guaches pichingos' trajeron a México a Cebreros. Fue otro cambio de ritmo con las faldas en movimiento, mucha coreografía, con cruces, y los típicos sombreros. Los hombres con bigote, y las mujeres, con diadema, completaban los atuendos. Banderas de México también ondeaban, incluso en los visillos de la carroza.
'Limulin' era un molino de viento, con sus aspas girando y algunos detalles como flores en las ventanas, mientras que 'Los de las velas negras' llevaron, por contraste, mucho color, con rojos, naranjas y dorados y con canciones que nombraban esas velas negras de las que quería presumir.
Sin duda, los componentes de 'Yo fui a EGB' bailaron. Lo hicieron al son de 'Soy aquella niña de la escuela', con sus uniformes de colegio, corbata incluida, y una coreografía que terminaba bailando el corro de la patata. Su carroza, el C.P. El Castrejón, con su escudo correspondiente, invitando a ese colegio de hace tantos años.
'Encanto' fue el detalle. En la casa, en cada uno de sus componentes, en sus ventanas, en sus tejas, incluso en la mujer que se asomaba a la ventana. Y también las coreografías, cuidadas y con un grupo numeroso que incluso dibujó con cintas sus pasos de baile.
Con 'El jardín de la alegría' se tuvo que hacer una pequeña parada al final del recorrido porque tuvo que entrar una ambulancia a atender a una persona indispuesta. Se paró y se abrió el espacio necesario con rapidez para proceder al traslado y continuar con el desfile de carnaval, en este caso con una gran mariposa en movimiento y llena de flores, rodeada de su acompañamiento.
'Orquesta X de medio punto' fue ritmo, movimiento (incluso en la carroza, que parecía bailar) y con ella llegaron los instrumentos musicales o incluso las notas que se veían en la composición.
'Diosa Te Fiti' resultó espectacular. Con la diosa recogiéndose y volviendo a surgir de su propio interior, los personajes acompañando, los bailes, el confeti, el movimiento... En definitiva un personaje con entre ocho y nueve metros, verde, que se llevó muchas miradas, como también lo hizo la caracterización de su comitiva
'Uno para todos y todos para uno' cerró, con los Tres Mosqueteros, el desfile. Lo hizo con un gran barco y un zepelín en su interior que subía y bajaba y con los componentes vestidos de época (y bailando igual), con grandes trajes ellas, incluso con máscaras, y alguna pelea de espadas para acompañar.
Fueron los últimos en desfilar por Cebreros en una nueva edición de su carnaval, que es Fiesta de Interés Turístico Nacional y que seguirá llenando de alegría toda la semana en la localidad.
En este caso solo desfilaron carrozas y comparas de adultos, sin que hubiera grupos infantiles, por lo que desde el Ayuntamiento ya se están planteando 'dar una vuelta' a la propuesta. Lo explicaba el propio alcalde, Pedro Muñoz, que reconocía que los niños participan con sus padres por lo que habrá que buscar una fórmula para ellos, quizá con un día específico, lo que analizarán si siguen contando con la confianza de los cebrereños los próximos cuatro años. Entre las novedades del programa, destacó como la orquesta que ya se puso el pasado año se mantiene y también como se sigue disfrutando de ese nombramiento de Fiesta de Interés Turístico Nacional, siendo ahora el momento de consolidarse, consiguiendo la implicación de todos para quizá, un día, intentar ser de Interés Internacional. De momento, no renuncian a ello, en un carnaval que destaca porque nunca a lo largo de la historia apagó sus luces.